lunes, 29 de junio de 2015

32.

Treinta y dos años tenía él,  cuando ella  lo conoció. Unidos por la misma pasión, el teatro,  el cual lo inició todo. Instantes de constantes miradas, abrazos y frecuentes encuentros que jamás se concretaban.  Ese era el día, cuando el deseo desbordaba y las ansias mataban, era ese el preciso momento en que todo se concretaría. Y quien lo hubiese imaginado. Más que dichosos se sentían, ella sobre todo,  y no dejaba  de pensar que es mejor hacer las cosas antes de luego arrepentirse por no haberlas hecho, pensando fue que recordó que solo tenía que esperar a cumplir sus diez y ocho años , para sentirse … nuevamente así.